La opinión del diario La Nación, 1 día después

En el copete se lee:
"¿Que te pasa, oposición?

La oposición salió fortalecida de las últimas elecciones, pero desde entonces parece desdibujada frente a un gobierno hábil en generar acontecimientos y marcar la agenda. Atrapado en enfrentamientos internos y dificultades para consensuar criterios, el arco opositor cede protagonismo y pierde en el Congreso, mientras algunos de sus principales dirigentes, como De Narváez y Reutemann, se llaman a silencio. ¿Por qué la iniciativa siempre es de Néstor?
Por Pablo Mendelevich

Nota completa en:
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1162809

Nos vemos ...

Costo argentino

El tema es el famoso "costo argentino", al que he escuchado tantísimas veces culpar de precios inverosímiles. Si está dentro de tus hábitos escuchar o ver programas políticos o empresariales, sin dudas lo conocerás. Los empresarios Pymes que son invitados mencionan como sus componentes principales, frecuentemente, el costo de la mano de obra y el costo financiero.
Veinte años de consultoría, el análisis de los números de decenas de empresas y el desarrollo de tablas comparativas de costos para empresas equivalentes (por ejemplo distribuidoras) me dan una cierta autoridad para hablar del tema. Estimación que considero corroborada, por ejemplo, por haber compartido escenario con un economista respetado como Juan Llach. Y también varios paneles de consultores en eventos empresariales.
Pues bien, la frase que me dijeron allá por 1994 se ha comprobado cierta una y otra vez: "Amigo, el costo argentino más importante SIEMPRE es la expectativa de ganancia del dueño". Repito, se ha comprobado cierta una y otra vez, y casi no conozco excepciones.
De este "dato de la realidad" me surgen varias reflexiones.

1. Todo aquél que dice "nuestro costo más importante es el financiero" (cosa muy frecuente dado que los bancos son en general figuras poco simpáticas para la gente) o "nuestro costo más importante es la mano de obra" (como muchos empresarios pyme sostienen off the record, pero jamás se animarán a hacer público) miente. O se miente.
2. aunque muchas veces esa "expectativa de ganancia" me ha parecido exagerada en términos empresariales, la Argentina y sus megacrisis periódicas las vuelven, en parte, justificadas.
3. está claro que estabilidad económica implica en el mediano plazo reducción de costos debida, en parte, a la moderación de esa expectativa de ganancia.
   

Nos vemos.


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los K no son tontos, lamentablemente

Hace 2 meses discutimos este tema con un gran amigo, a quien respeto enormemente intelectual y éticamente: él decía "NK no tiene nivel" y yo le replicaba que sí lo tiene, aunque no como él y yo quisiéramos.
Hoy, después de su derrota electoral del 28 de junio pasado, que hubiera descorazonado y paralizado a muchos, el tipo se las ha arreglado para tomar otra vez la iniciativa política. De hecho ha conseguido la prórroga de sus superpoderes e imponer un nuevo impuesto al consumo (computadoras). Lamentablemente.
La confusión surge, creo yo, entre brutalidad e incapacidad. Que los métodos de los K son brutales está bastante documentado. Y eso que se ha investigado poco (todavía) su oscuro pasado en Santa Cruz, cuando hicieron su fortuna (que no es de ahora) con la justificación social de "nos vamos a dedicar a la política y para eso hace falta mucho dinero". Hay testimonios, que espero algún se hagan públicos, de que ya en ese entonces no reconocían barrera moral alguna.
Lo cual no debe confundirse con incapacidad: piense que el 29 de junio nadie daba 1 peso por ellos, y se las han arreglado para ganar tiempo ("diálogo político") y retomar la iniciativa.
Yo lo veo como esos empresarios Pyme que se consagran a un "autoritarismo efectivo", conduciendo su empresa en forma despótica pero con gran sagacidad y basados en la lealtad (y a veces el silencio cómplice) de su propio equipo. Mientras las condiciones se lo permitan y tengan "viento a favor", o sea mientras sus decisiones no muy académicas sean acertadas, los resultados los acompañarán y todo será sonrisas a su alrededor.
He visto esta situación decenas de veces en nuestro bendito aunque desorientado país.
Nos vemos.